EL ARTÍCULO

on sábado, 7 de enero de 2012
El artículo aún tenía forma amorfa, aunque por sí mismo el titular era ya algo insólito, inaudito, no dejaba a nadie impasible. Quizás eso, y que era una noticia inédita, puesto que sólo lo sabíamos el redactor jefe y yo, fue lo que le llevó a la persona o personas a entrar a robar aquella noche. Personas que, por cierto, tuvieron mucha suerte, quedaron impunes a cualquier castigo, y hasta ilesas, puesto que abrieron la puerta con una llave, ya que ésta no estaba forzada.
La noticia narrada era peligrosa, y no precisamente inocua para nadie, así que ahora me dispongo a buscarla y a buscarlos, porque precisamente, aunque me encuentre inerme, soy inmune al miedo.

0 comentarios:

Publicar un comentario