El tesoro gótico de Mallorca: Castillo de Bellver

on jueves, 10 de mayo de 2012

El castillo de Bellver es un castillo de estilo gótico mallorquín situado a unos tres kilómetros de la ciudad de Palma de Mallorca, en la isla de Mallorca, España. Fue construido a principios del siglo XIV por orden del rey Jaime II de Mallorca. Se encuentra sobre un monte de 112 metros sobre el nivel del mar, en una zona rodeada de bosque, desde donde se puede contemplar la ciudad, el puerto, la sierra de Tramontana y Pla de Mallorca; de hecho, su nombre viene del catalán antiguo bellveer, que significa «bella vista». Una de sus peculiaridades es que se trata de uno de los pocos castillos de toda Europa de planta circular, siendo el más antiguo de estos. Actualmente pertenece al Ajuntament de Palma y en él se encuentra el Museo de Historia de la ciudad de Palma, por lo que está abierto al público.
Origen:
El diseño de planta circular con torres también circulares adosadas parece provenir del conjunto superior del Herodión (en Cisjordania), también circular y con una gran torre maestra y tres torres menores. Las torres menores están adosadas y la del homenaje está atravesada por un muro por lo que está adosada. Este edificio tampoco tiene un pórtico en el patio. A su vez, el castillo de Bellver inspiró el de Michelstetten que aunque no tiene torres sí cuenta con una galería superpuesta en el patio con arcos muy rebajados y columnas de planta circular.

Historia:                                         
La parte principal de la fortificación la construyó el arquitecto Pere Salvà, que también trabajó en el palacio de la Almudaina, con otros maestros de obras entre los años 1300 y 1311 para Jaime II. Para su construcción, buena parte de la piedra se extrajo de una cueva-cantera del mismo monte, debajo de la fortificación, cosa que ha provocado grietas en el edificio. Cuando se necesitaba piedra más dura, se traía de PortalsVells y de Santanyí.
El castillo desempeñó al principio las funciones residenciales para las cuales fue construido, en tiempo de los reyes Jaime II, Sancho y Jaime III de Mallorca. También lo habitó el rey Juan I de Aragón, huyendo de la peste que atacaba al continente (1394). En el siglo XVII fue residencia esporádica de algunos virreyes. Como fortificación sufrió también diferentes asedios, el primero en el año 1343, durante la campaña de reincorporación del reino de Mallorca a la Corona de Aragón, por Pedro el Ceremonioso; el siguiente, en el año 1391, durante la revuelta contra el Call, y el último, el año 1521, con el único asalto de su historia, durante la Segona Germania.
El castillo estaba gobernado por un castellano. En el año 1408, el rey Martín el humano concedió la señoría de Bellver a la cartuja de Valldemosa. En el año 1459, llegó a Mallorca el príncipe de Viana para tomar posesión de los castillos de la isla, de acuerdo con el pacto con su padre, Juan II que le hacía señor de Mallorca, aunque finalmente el rey no le concedió la señoría ni le cedió el castillo de Bellver.
Como recinto cerrado, desde el siglo XIV se hizo servir como prisión, primero de la reina Violante y de los príncipes Jaime e Isabel y de otros partidarios del rey Jaime III, después de su muerte en la batalla de Lluchmayor (1349). Durante la guerra de Ocupación, de botifleros, y, después de la victoria franco-española, de austracistas. En el siglo XIX, durante la guerra de la Independencia Española, de presos de la batalla de Bailén, y, después, de presos políticos, el primero y el más famoso de los cuales fue el ministro Gaspar Melchor de Jovellanos (1802-1808), que hizo la primera descripción del castillo y encargó los primeros planos y dibujos, como también hizo una descripción botánica y geológica del pinar circundante, fundando con ellas el movimiento conservacionista del patrimonio.   El físico francés François Aragó, que participaba en la medición del meridiano de París, se refugió, acusado de espionaje por la población. Le siguieron el general anti-absolutista LuísLacy, que fue fusilado (1817), los liberales Esteve Bonet i Perelló, Joan CollCrespí y otros (1824) y Miquel Bibiloni i Corró (1867), republicanos catalanistas como ValentíAlmirall (1869), el restaurador de la monarquía borbónica en España, con Alfonso XII, Arsenio Martínez Campos (1874) y diferentes carlinos. En el siglo XX, se encerró a 800 presos políticos republicanos, después de la insurrección de 1936, los cuales fueron obligados a construir la actual carretera de acceso al castillo. Entre estos presos se encontraba Alexandre Jaume, que como diputado había conseguido la cesión del castillo a la ciudad, y EmiliDarder, alcalde en el momento de la cesión, ambos fusilados después.

Inmaculada Soberbio Martín  4º B

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